Los planes de vivienda del Gobierno se definirán por sorteo
Incluyen también a los que tienen terreno, pese a que anunciaron que se lo darían de inmediato; prevén entregar 15.000 créditos este año
La enorme repercusión que despertó el nuevo plan oficial de créditos para la vivienda , con 1,4 millones de solicitudes presentadas desde su lanzamiento hace apenas una semana, obligó al gobierno a realizar cambios de apuro. La consigna pasó a ser ahora sorteo para todos. Es que, si bien en el anuncio del martes pasado Cristina Kirchner y Axel Kicilliof habían aseverado que el azar sólo definiría la adjudicación de los lotes en las tierras fiscales, ahora la realidad es otra: también los que tienen terrenos deberán participar de un sorteo.
El esquema de financiamiento definido por el Poder Ejecutivo dispone que el programa arranque con un aporte del Tesoro de $ 3.000 millones. Esta cifra actúa como un límite a la cantidad de préstamos a otorgar en la primera etapa: según el financiamiento promedio de $ 200.000 estimado por Anses, alcanza, este año, para 15.000 beneficiarios, aunque aún no está definido cuántos serán para solicitantes con terreno propio y cuántos para quienes no lo poseen.
Todos los potenciales adjudicatarios de los créditos "deberán participar de un sorteo para comenzar a abrir la carpeta del préstamo", explicó a la radio Cadena 3 Gabriel Cambiasso, gerente de la sucursal Córdoba del Banco Hipotecario, que administrará la entrega de los créditos. Este paso, inevitable para encausar la gestión, también garantiza que el presupuesto será absorbido de manera dosificada.
Todavía no hay una previsión sobre los tiempos en los que se efectivizarán los créditos, porque ese paso está sujetos a dos variables: la agilidad del banco colocador y la forma en que los adjudicatarios se adapten a las formalidades de la obra (presentación de un proyecto avalado por arquitectos o maestros mayores de obra, contar con comprobantes laborales e impositivos al día).
Los primeros en recibir fondos serán aquellos que sean propietarios de un terreno, ya que la puesta a punto de los lotes fiscales demandará otros tiempos, por la necesidad de dotarlos de infraestructura básica y de establecer una subdivisión para su posterior urbanización.
Como sucede en todos los préstamos que financian construcción, la entrega del efectivo se realiza a medida que se presentan los certificados de obra de cada adjudicatario. Este factor le quita al Ejecutivo la necesidad de disponer de inmediato los $ 3.000 millones de aporte constitutivo del fideicomiso Procrear. En caso de que aprueben 15.000 créditos en el transcurso del tercer trimestre del año, necesitarán contar con la mitad de dicho aporte para poner en marcha las obras en el último trimestre del año.
Ante la meta original de 100.000 créditos prevista, el único camino que le resta explorar al Gobierno para satisfacer tanta demanda es ampliar el aporte original del Tesoro.
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